Cómo aplicar las leyes del océano en tu vida diaria
- Antonio Peñalver
- 7 mar 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 13 mar 2023

- "Maestro, ¿qué significa Hawaii?". Pregunto el pequeño Keoni.
El maestro sonriendo ladeo la cabeza mientras contemplaba un enorme arcoíris que atravesaba el océano de lado a lado de la isla...
- Hogar de dioses... eso significa.
Aquel día el maestro de una tribu hawaiana invitó a los alumnos a sentarse en la orilla del mar y comenzó la clase con una historia:
"Vaya, vaya... Sentaros a mi alrededor, muchachos y muchachas, y escuchad una historia sobre el océano y sus leyes. ¿Sabéis? El océano es un lugar mágico, lleno de misterio y sabiduría. Y si prestáis atención, sus olas y corrientes os pueden enseñar mucho sobre la vida.
Cuenta la leyenda que hace muchos años, un grupo de surfistas se encontraba en el agua, luchando por coger las olas más grandes y emocionantes. Pero una ola enorme se acercó y arrasó con todos ellos. Después de luchar por su vida, solo uno de los surfistas sobrevivió.
Ese surfista se llamaba Makani, y cuando emergió del agua, se dio cuenta de que la experiencia le había enseñado una gran lección. Había ignorado las leyes del océano y había pagado un precio muy alto por ello. Así que decidió dedicar su vida a aprender y enseñar a otros surfistas cómo aplicar las leyes del océano en su vida diaria.
Una de las leyes más importantes que Makani enseñaba era la ley de la humildad. El océano es más grande y poderoso que cualquier ser humano, y debemos respetarlo y aceptar nuestra pequeñez frente a él. De la misma manera, en la vida diaria debemos ser humildes y reconocer que no somos dueños del mundo ni podemos controlar todo lo que nos rodea.
Otra ley importante era la ley de la paciencia. Las olas del océano no siempre llegan en el momento que queremos, y debemos esperar pacientemente a que lleguen en el momento adecuado. En la vida diaria, también necesitamos paciencia para alcanzar nuestros objetivos y no rendirnos ante las dificultades.
Y por último, la ley de la determinación. A pesar de las dificultades y caídas, Makani seguía perseverando y mejorando su técnica para convertirse en un gran surfista. Y eso es lo que necesitamos en la vida diaria, determinación para superar los obstáculos y seguir adelante hacia nuestros sueños.
Así que ya sabéis, muchachos y muchachas, no subestiméis las leyes del océano. Escuchad su sabiduría y aplicadla en vuestra vida diaria. Y quién sabe, quizás un día os encontréis surfeando en la cima de la ola más grande de vuestra vida".Uno de los pequeños que miraba al maestro ensimismado y con el rostro dubitativo pregunto: pero maestro, ¿Por qué el océano es tan poderoso y a veces peligroso?
El maestro le respondió sonriendo, El océano es como una fuerza de la naturaleza, un ser vivo que respira y late con sus propias mareas y corrientes. Su poder es imponente y debemos respetarlo, pero también podemos aprender de él y encontrar en él la paz y la armonía.
Entonces Mákala la más pequeña de la clase también pregunto: ¿ y Cómo podemos aplicar las leyes del océano en nuestra vida diaria?
Maestro: Las leyes del océano nos enseñan a ser pacientes, a tener humildad y a aceptar que hay cosas fuera de nuestro control. También nos enseñan a trabajar en equipo, a ser flexibles y a adaptarnos a las circunstancias cambiantes de la vida. Si aplicamos estas enseñanzas en nuestra vida diaria, podremos enfrentar los desafíos con más calma y confianza.
Los niños estaban felices y les encantaba oír historias sobre el mar y los grandes surfistas de Hawaii.
"¡¡¡Maestro Maestro!!! Una historia mas por favor!!!" gritaban todos.
!Vale vale!, dijo el maestro, "os contare la historia mas importante acerca del las leyes del océano, pero quiero que prestéis mucha atención a los que la historia verdaderamente encierra…
En las profundidades del océano, se cuenta la historia de dos hermanos: uno de ellos, un maestro de la vida, y el otro, un gran surfista. Ambos compartían la pasión por el mar y por la vida.
Un día, mientras navegaban juntos en el océano, se encontraron con una gran ola. El surfista decidió enfrentarla, mientras que el maestro la observó en calma y serenidad.
El surfista surfeó la ola con éxito, pero de repente, se vio atrapado bajo ella. Luchó y luchó para salir, pero cuanto más se esforzaba, más profundo se hundía. Fue en ese momento que el maestro intervino.
El surfista le preguntó: "¿Cómo puedo salir de aquí?"
El maestro le respondió: "No luches contra la ola, fluye con ella. Si luchas contra ella, te arrastrará hacia abajo, pero si te entregas a ella, te llevará a la superficie".
El surfista siguió el consejo del maestro y se entregó a la ola. Fue entonces cuando logró salir a la superficie.
Los niños que escuchaban la historia, fascinados, hicieron preguntas al maestro. Uno de ellos preguntó: "¿Cómo podemos aplicar esta lección en nuestra vida diaria?"
El maestro respondió: "La vida es como el océano, a veces te encontrarás con olas grandes y difíciles de superar. Pero si aprendes a fluir con ellas y a aceptar lo que la vida te presenta, serás capaz de encontrar la calma y la paz interior".
Y así, como el océano que siempre fluye y se adapta a todo, aprendamos a fluir con la vida y a encontrar la sabiduría en cada experiencia que se nos presenta.







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