"Lineas rojas que nunca se deben cruzar: una lección importante en el surf y en la vida"
- Antonio Peñalver
- 28 abr 2023
- 3 Min. de lectura

"El mar es un lugar sagrado, donde la comunidad del surf se reúne en armonía para deslizarse sobre las olas y conectarse con la naturaleza. Pero a veces, ese equilibrio se ve amenazado por individuos que no respetan las reglas y ponen en peligro la vida de otros surfistas.
Recientemente, tuve una experiencia triste y preocupante en el agua. Estaba haciendo surf junto a mi hija de cinco años en la misma tabla, disfrutando de un momento mágico cuando un adulto consciente y de casi 50 años saltó la ola, poniendo en riesgo la seguridad de mi pequeña. Cuando me dirigí a él para alertarlo del peligro que había creado, me insultó en presencia de mi hija.
Lo que es aún más alarmante es que este individuo es un profesor de surf, una figura que debería ser un ejemplo a seguir para la comunidad del surf. Su falta de ética y respeto por los demás es inaceptable y va en contra de los valores sagrados que el surf nos enseña.
El mar es un lugar de unidad y respeto mutuo, donde todos tenemos la responsabilidad de cuidar el uno del otro. Como tribu del surf, debemos tomar medidas para asegurarnos de que situaciones como estas no vuelvan a suceder. Debemos defender nuestros valores y hacer que se respeten. No podemos permitir que el egoísmo y la falta de ética de algunos individuos pongan en peligro la seguridad y la armonía de nuestra comunidad.
Sigamos disfrutando del mar y del surf, pero siempre recordando nuestros valores y respetando a los demás. Juntos, podemos hacer del surf un lugar más seguro, respetuoso y unido para todos."
La experiencia que viví en el agua junto a mi hija de 5 años es algo que jamás olvidaré. A pesar de la gran tristeza y frustración que sentí, no pude evitar pensar en las consecuencias que este hecho tuvo en mi hija.
La presencia de mi hija en la tabla durante esta situación la convirtió en una testigo involuntaria del comportamiento inaceptable de este individuo. La imagen de su padre insultando y faltando al respeto también al otro Surfer puede haber dejado una marca indeleble en su memoria.
Además, este incidente puede haber afectado su amor por el surf y su percepción del deporte en general. La idea de que alguien pueda poner en peligro su seguridad y la de su familia mientras disfrutan del mar puede ser traumática para un niño de tan corta edad.
Es importante recordar que, como miembros de la comunidad del surf, tenemos la responsabilidad de cuidar de nuestros compañeros en el agua y de transmitir valores éticos a las generaciones más jóvenes. Este incidente no solo fue una violación de los valores de la comunidad del surf, sino que también puede haber dejado una marca en la percepción del deporte por parte de mi hija.
Como surfistas, debemos trabajar juntos para crear un entorno seguro y positivo en el agua para nosotros mismos, nuestras familias y para las generaciones venideras. Debemos ser los guardianes de los valores del surf, tales como el respeto y la humildad, y hacer todo lo posible para asegurarnos de que estos valores sean transmitidos a los que nos rodean.
La experiencia que viví en el agua con mi hija fue extremadamente dolorosa, no solo por la falta de respeto y consideración del individuo involucrado, sino también por el impacto que tuvo en mi hija. Como comunidad del surf, debemos trabajar juntos para crear un entorno seguro y positivo en el agua, y asegurarnos de que los valores éticos del surf sean transmitidos a las generaciones venideras.
Y de verdad os digo… Hay lineas rojas que no se deben cruzar y os explico por que, si vale para mi hija vale para los demás hijos de todos no?. ¿Este es el mundo que queremos construir un mundo donde no se respeta ni a los niños?
En conclusión, el mundo del surf se trata de más que solo competencias y adrenalina en el agua. Es una comunidad de personas que comparten una pasión por el océano y que están comprometidas con valores éticos y de respeto. Cuando alguien como el individuo en cuestión cruza esas líneas rojas, no solo pone en peligro la seguridad de otros en el agua, sino que también socava los valores que son fundamentales para nuestra tribu.
Como surfistas, tenemos una responsabilidad no solo con nosotros mismos y nuestra seguridad en el agua, sino también con aquellos que comparten nuestro amor por el océano. Debemos ser guardianes del mar y de su comunidad, y eso significa respetar los límites y las normas que hemos establecido para proteger a todos.
Que este incidente sirva como un recordatorio para todos nosotros de que debemos mantenernos fieles a los valores que definen nuestra comunidad de surf. Y que siempre debemos recordar que cada vez que cruzamos una línea roja, estamos poniendo en riesgo el bienestar de todos y destruyendo la esencia misma de lo que significa ser un surfista.







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